Coloquio con D. Esteban Gobbi – 02
COLOQUIO DE SOBREMESA CON DON ESTEBAN GOBBI SOBRE EL MOVIMIENTO SACERDOTAL MARIANO. MADRID 11 DE NOVIEMBRE DE 1977 Iniciamos un encuentro de fraternidad en el que intentaré responder a cuantas preguntas me hagáis. Pero ante todo, quiero hablaros de una realidad, difundida por todas partes, la de los pequeños cenáculos o encuentros de carácter regional, al que yo puedo asistir solamente una vez al año; muchos sacerdotes manifiestan que no pueden esperar tanto. Entonces sucede que los sacerdotes vecinos se ponen de acuerdo y de cuando en cuando se encuentran para convivir unas horas según el espíritu del Movimiento, para orar juntos y hacer fraternidad. Por lo general se empieza rezando una parte del Rosario, luego hacen una lectura del Opúsculo para asimilar el espíritu del Movimiento que puede ser comentada en común. Así se hace fraternidad, no como quien se reúne para hablar de deportes, tema que puede compartirse con cualquiera, sino para tratar asuntos del alma, a pesar de experimentar cierta dificultad en hacerlo. Ciertas cosas no pueden decirse a todos, pero si en un circulo de hermanos. Se concluye con la Consagración y mejor con la misa concelebrada, renovando antes de la Comunión dicha formula. Os explicaré el por que se hace antes de la Comunión: así se expresa que la misión de la Virgen Madre consiste en llevarnos a Jesús. Si nos dejamos llevar por Ella, realizará muy bien su cometido. En aquel momento vamos a recibir realmente a Jesús; pues que nos prepare María de la mejor manera. Hay además otro motivo: en tales encuentros los laicos participan de la concelebración y entonces mientras nosotros comulgamos, ellos hacen la suya. Por ejemplo el pasado día 8 de octubre en la Basílica de Santa María la Mayor de Roma, llena a rebosar de fieles, concelebrábamos unos 120 sacerdotes, y lo hicimos así. Creo que estos pequeños cenáculos se pueden multiplicar. Cuando un sacerdote se adhiere al Movimiento, tiene que mandar una carta y luego recibiréis la respuesta, que es una carta mía traducida a diversos idiomas. Luego se sabrá donde están los sacerdotes distribuidos y así, por ejemplo, cuando se haga un cenáculo en Barcelona, otro en la zona de Santander, etc., sabréis donde y como podréis reuniros. Ahora podéis empezar ya el diálogo. Ruego que las preguntas sean breves , y como disponemos de poco tiempo, las respuestas serán también concisas. 1º. ¿Como vivir el momento presente bajo la mirada de la Virgen, mas aun, refugiados en su Corazón, a fin de dar una respuesta generosa como lo fue la suya? En el Opúsculo encontrara la línea de la espiritualidad del Movimiento, cuya característica no consiste en como vivir una observancia determinada, sino en realizar el acto de Consagración a la Virgen y dejarla obrar a ella con filial espíritu de fe y confiado abandono en sus manos. Hay un modo de trabajar común a todos: consiste en ser sacerdotes según el Corazón de Jesús; pero el modo es diverso en cada uno, según la propia vocación. Me explico: La Madre ve en mi cuales son las cosas que contristan a Jesús; quizás en otros serán diversas; pero es evidente que trabaja en nosotros personalmente la obra de la divina gracia. Luego debemos secundar su acción maternal. Yo, aunque no lo parezca, tengo un temperamento nervioso; cuando conduzco el coche, si tengo alguien delante que no marcha correctamente, siento el impulso de decirle una palabrota; luego la Virgen me hace comprender la naturaleza de mi defecto y de ser mejor; entonces propongo enmendarme, mas al poco rato otro automovilista me hace cisco y me impaciento de nuevo; y la Virgen me hace ver cuan débil soy. Pero supongamos un flemático; no tiene este problema, pero si estará sujeto a otro tipo de defectos; pues dada su índole, que secunda la acción espiritual de la Madre, pues se hace sentir fuerte y dulcemente de un modo experimental. Si vosotros hacéis la Consagración, a medida que pase el tiempo, veréis que vuestra vida cambia interiormente. 2º. Si se debe vivir la unidad sacerdotal y se ha buscado otro movimiento, por ejemplo el Focolar, ¿Como hay que cumplir con todo? – Algunos focolarinos forman parte del Movimiento Sacerdotal Mariano; su misión consiste en hacer unidad y lo hacen tan bien, que yo de vez en cuando me siento impulsado hacia ellos. Pero forman un grupo cerrado a modo de pequeña iglesia dentro de la Iglesia, lo cual he comprobado a través de algunas personas. Por ejemplo, en Argentina, en Yugoslavia, etc. he visto como su objetivo consiste en la unidad, fraternidad con quienes conviven el ideal; más los sacerdotes que no son focolarinos se dan cuenta que lo nuestro no es un nuevo Movimiento, pues no existe en cuanto entidad jurídica, sino que simplemente invita a todos los sacerdotes, que pueden pertenecer a las asociaciones que sea a vivir los tres puntos: 1º- Consagración al Inmaculado Corazón de María. 2º- Fidelidad al Papa. 3º – Llevar los fieles al Corazón Inmaculado de María. Por lo tanto no nos agrupamos en una nueva asociación, sino que cada cual desde su puesto, infunde nuevo vigor a la Iglesia unida al Santo Padre con sus Obispos y sacerdotes. Mirad, carísimos sacerdotes, que sufrimos una inflación de dones carismáticos; pero yo pienso que a unos tiempos fuera de serie, corresponden también dones extraordinarios. Pero ¿qué sucede?. Que nosotros sacerdotes no tenemos en general grandes dones extraordinarios y con frecuencia, por otra parte, nos sentimos abandonados por el mundo; y la Virgen nos quiere como buena Madre y nos propone formar una hermandad viviendo la Consagración, a su Corazón Inmaculado, para hacernos tal como Jesús nos quiere. Ella se da cuenta que estamos solos y sabe que somos hermanos, por lo cual desea que nos queramos; así, sin proponerla, formamos una fraternidad; tal es la vida del Movimiénto. 3º -. Nosotros tenemos que buscar la adhesión al Papa y a la Jerarquía que le está unida. Vd. ha dicho muy bien como…
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