Coloquio con D. Esteban Gobbi – 01
Coloquio con D. Esteban Gobbi. Madrid 13 de noviembre de 1978.
Preguntado sobre el sentido teológico que actualmente tiene en Yugoslavia las consagración al Inmaculado Corazón, contestó:
Pienso que la teología de la consagración que es la misma que tan profundamente expuso San Luis María de Monfort. Podréis decir que es la misma esencia de nuestra consagración y que ya Monfort profundizó en ella lo bastante. Sin embargo, de un modo vital, se puede aún profundizar más. Entre los que pertenecen al Movimiento hay teólogos notables que viven el espíritu de la consagración y tratan de hacer vida esa teología. Un monfortiano, el padre Lucas Tilimoti, responsable del movimiento en Yugoslavia, tiene luces maravillosas acerca de la Consagración monfortiana. Encontré en Lourdes a un padre dominico, de Tolosa, Director General del Rosario, teólogo conocido por todo el episcopado, que está escrito un libro en el que relaciona nuestro Opúsculo con el Tratado de la Verdadera Devoción.
Pero pienso, no obstante, que nuestro librito no ha nacido para hacer un estudio profundo en el sentido meramente teológico, esto vendrá por sí mismo de la vida, sino sobre todo para comunicarnos la experiencia, para vivir la consagración en estos momentos en que es necesario e imperioso vivirla..
Porque, permitirme una comparación, vivimos en medio de una tempestad. Estamos a punto de ser envueltos en ella…¡ PRIMUN VIVERE! Et ¡POSTEA PHILOSOPHARE! Et teologare En este lugar. (Primero vivirlo; después, filosofar.. Y teologar). A la Virgen lo que más le interesa es salvarnos ponernos en resguardo para pasar esta tempestad. Para ello nos pide la consagración. Una vez que estemos dentro de este refugio, en un segundo momento, se puede mirar alrededor y encontrar entonces la justificación filosófica y teológica.
A la pregunta: “¿Qué importancia tiene el Cenáculo en el Movimiento?. Porque hay muchos sacerdotes que tienen el libro, hacen la consagración y la viven por su cuenta, y dicen que lo del Cenáculo es secundario”. Repuso:
En parte tienen razón y en parte no. Vosotros sabéis que los tres puntos son éstos:
Consagración hecha y vivida. Sobre todo, vivida.
Fidelidad al Papa y a la Iglesia a él única.
Hacer que los fieles vivan a María según los límites de la posibilidad apostólica de cada uno.
Cuando uno vive estos tres puntos, vive entonces el Movimiento; y esto llena el ánimo de esos hermanos nuestros que les es difícil acudir por la edad, (ya que no somos todos, nuestro querido padre Félix. Hay algunos que a los 75 años, los pobres no pueden moverse), o que por enfermedad, se encuentran siempre aislados, solos. No pueden venir a los encuentros. Entonces sí viven esos tres puntos, viven el espíritu del Movimiento, aunque no puedan directamente participar en los cenáculos. No obstante, si habéis leído el Opúsculo, os confirmaréis en lo que quiere la Virgen: que los sacerdotes alguna vez se encuentren para rezar Unidos y para VIVIR LA FRATERNIDAD.
En este movimiento, (lo estáis viendo hoy), hay sacerdotes seculares, franciscanos, dominicos, capuchinos, también jesuitas…. Comprenderéis vosotros por qué, en nuestros Cenáculos debemos lograr vivir la fraternidad de alma, de espíritu. Se hace fraternidad incluso cuando se disputan los encuentros deportivos, (como España Rumania celebrado ahora), que da pie para discutir con diferentes clases de personas. Pero vuestros problemas y dificultades interiores, del alma y de la vida apostólica solamente por las podréis comunicar si os encontraréis con los hermanos. En estos Cenáculos se crea la atmósfera propicia y uno puede encontrar acogida en sus dificultades sean graves o no.
Tanto en el Cenáculo de una jornada, como en los pequeños Cenáculos que se han difundido un tanto por todas partes entre los sacerdotes pertenecientes al Movimiento que son vecinos y disponen solamente de la mañana o de la tarde, rezan en el Santo Rosario, meditando en el Opúsculo sobre la vida de la consagración, después hacen fraternidad y pueden terminar concelebrando la Misa del Corazón Inmaculado, haciendo en ella su consagración.
Los garantizo que, en estos Cenáculos, la Virgen se hace sentir de una manera toda familiar. Verdaderamente, en estos encuentros, el sacerdote es confortado y lleno de pujante estímulo.
Ahora bien, si un sacerdote me dice: no puedo asistir porque estoy enfermo o soy anciano o los estoy empeñado en el ministerio parroquial, en clases, etcétera, le diré: bien; vive tu consagración; la Virgen que ayudará a aunque no partícipes en los Cenáculos, porque te has comprometido.
Pero un sacerdote que no va por que se abandona, incluso lo desprecia o no lo considera útil, que este sacerdote se equivoca ya que el Cenáculo le ayudaría a vivir la consagración, y de una manera especial, que no lograra por su cuenta, a realizar la fraternidad.
Sobre si éstos Cenáculos podrían asistir a otros sacerdotes no pertenecientes al Movimiento y, si en este caso, podrían hacer la Consagración, dijo:
El Movimiento no tiene ninguna estructura jurídica. Si uno no está adherido y vienen al Cenáculo, el Cenáculo también lo acoge, pero a de vivir el espíritu Mariano y de fraternidad que en el se respira. A mí no me importan los sacerdotes que vengan, pero sí me interesa que tengan el espíritu del Movimiento Sacerdotal Mariano. Es decir, que los que vengan lo han de hacer para rezar juntos y para vivir la fraternidad.
No es el Cenáculo para discutir problemas de Pastoral. No niego que esto sea algo importante, pero hay otras reuniones que se hacen a propósito para esto. Y si vienen animados por esta intención, no entran dentro del espíritu del Cenáculo. No hay entonces Cenáculo.
El Cenáculo da comienzo con el rezo del Rosario y con la meditación sobre la vida de consagración al Corazón Inmaculado según el Opúsculo. El sacerdote que viene de nuevas a este Cenáculo, cuando comienza a rezar el Rosario y a participar, se siente atraído por él; se hace entonces del Movimiento. De lo contrario acaba por irse..
¿Conoce el Movimiento Mariano Sacerdotal el Papa?, le preguntaron. Es una pregunta, dijo Don Gobbi, que se me hace en todas partes. Puedo deciros esto: al Papa Wojtyla no lo he tratado personalmente ya que cuando fui a Polonia no estaba en sus sede. Sin embargo el hablado con el cardenal Wyszynski y me he encontrado con que él no sólo conoce, sino que vive el Movimiento. Es que, en Polonia, el Movimiento ha sido aceptado en bloque por todo el Episcopado.
En Enero de este año he recibido una carta firmada por tres obispos, en nombre del Episcopado, Monseñor Kraszewsky, auxiliar de Varsovia y responsable del Movimiento, y monseñor de Esteban Baretta, obispo de Czestochowa, y el obispo de Postdam.
Así las cosas, yo pedí el visado para ir a Polonia; pero el gobierno me lo denegó. Resulta que se enteraron que “Don Esteffano Gobbi es contrario al comunismo”.
Y Monseñor Wyszynski me escribe: “Tu tienes que venir. Están todos los sacerdotes advertidos y no puedo ya desdecirme”. Mi viaje debía ser el 20 al 30 de junio. Y entonces me advierte: “¿Sabes lo que haremos?. Rezar. Y esperemos”.
El se presentó con mi carta, en la que le decía que había sido rechazado el visado, al Ministro de Culto y le dijo: “….Es que el Ministro del Interior ha negado el visado y… no hay nada que hacer. Dice que Don Esteban es contrario al comunismo. También los soy yo. Pero desde el punto de vista espiritual. A él no le interesa la política. Asumo yo la responsabilidad”. A lo que el Ministro contestó: “lo intentaré, pero no será posible”.
Durante nueve días, Monseñor telefoneaba continuamente al Ministerio del Interior. Más he aquí que, cuando faltaba tan sólo un día para mi partida, me llega el visado.
Polonia ha sido para mí la más grande experiencia. Os lo digo tal como lo siento. Las iglesias todas llenas de fieles, incluso los días laborables; los sacerdotes todos vestidos con el hábito talar, de sotana; una piedad orientada hacia Jesús Eucaristía. (Allí celebran aún la Hora Santa de adoración a Jesús Sacramentado). Deberíais ver la Fiesta del “Corpus Christi” en Varsovia. Es algo verdaderamente increíble.
Veo clarísimamente que Polonia es una señal, un signo para la Iglesia. Vive el momento de su gran santificación, en plena persecución comunista, mientras la Iglesia, en todo el Mundo, vive su gran desolación.
¿Por qué?. Os lo diré: En el 46, el Cardenal Primado, (no era todavía Wyszynski), sobre su lecho de muerte, llamó a sus colaboradores, y les dijo: “¿queréis salvar a Polonia?. Consagrada al Corazón Inmaculado, y se salvará. De otra forma no se salvará”.
Entonces en 1946, un millón de polacos, a pie, no tenía medios, se consagraron en Chestochowa al Corazón Inmaculado. En el 56, diez años después, todo el Episcopado se ha consagrado. Faltaba el Cardenal Wyszynski porque estaba encarcelado. Y, en el mismo día, él hacía la consagración al Corazón Inmaculado, ofreciéndose como esclavo de amor a la Virgen María y ofreciendo a ellas toda la Iglesia Polaca.
Esta consagración la han repetido todas las Diócesis, todas las familias, todos los fieles. Han hecho todo lo que la Virgen ha pedido en Fátima. Y desde entonces la Virgen Santísima los protege.
El actual Papa es el Papa de María, consagrado a Ella desde su ordenación sacerdotal. Cuando le hicieron Obispo, puso en su escudo una cruz y el anagrama de María con el lema debajo: “EGO TOTUS TUUS”. Cuando le eligieron Papa, con ocasión de su primer discurso a los Cardenales, ha manifestado que seguía con su mismo lema: “Yo, todo tuyo”. El Papa Wojtyla ha ofrecido la iglesia a la Virgen Santísima cuando la iglesia va a vivir los momentos decisivos. Todo, predicho en Fátima. (Una corta pregunta merecía tan larga respuesta).
El tema era de actualidad. Y se insistió: “¿Cree que el Papa se consagrará con el Colegio Episcopal al Inmaculado Corazón de María?”.
Y fue la contestación:
El Papa lo haría si se lo pidieran. Lo haría inmediatamente. No podía hacerlo con todos los Obispos, porque no todos estarían de acuerdo. Y los primeros disconformes son muchos de los que le rodean en el Vaticano. Por eso, si hacéis esta petición, yo puedo sospechar, (y no creo que se sospecha temeraria), que yo no querría, pero pudiera suceder que difícilmente llegará a la mesa del Papa.
¿Que podríamos hacernos nosotros, se urgió, para suscitar esta consagración?.
No es una actividad esta específica del Movimiento. Sabéis vosotros que en España, aparte del P. Maletto, hay otros sacerdotes que pudieran aportar una gran ayuda al efecto. El P. Pablo, por ejemplo, que es el responsable del Ejército Azul y que es el que corre con la edición en lengua española del Opúsculo. Yo le he dicho: El año próximo es el 50 aniversario del momento en que, en Tuy, la Virgen Santísima pidió la consagración de Rusia al Inmaculado Corazón. Creo que es una oportunidad muy eficaz para interesar a la Organización Mundial del Ejército Azul a que haga presión en este sentido. Pero pienso que han de encontrar las mismas dificultades que lo apuntado hace poco.
Interviene el aludido P. Pablo Baussman, presidente del Ejercito Azul, que se encontraba en el coloquio y dice: “Se han enviado ya por parte del Ejército Azul 2 millones de cartas al Vaticano, pidiendo esta consagración. La contestación ha sido nula. ¿Dónde han ido a parar tales cartas?”.
Uno de los sacerdotes asistentes apunta que podría aprovecharse la ocasión de la Consagración de España, por el Jefe del Estado, al Corazón Inmaculado, para interesar en ello al Episcopado.
Se cruza el diálogo entre varios sobre la posibilidad de hacer extensivo este anhelo a seglares representativos e influyentes.
Corta el P. Gobbi:
Lo que sucede con los laicos es algo maravilloso. Haced es la prueba si tenéis cura de almas. Tratad de hacer lo que, con éxito, se ha practicado en otras partes del mundo. Transmitir este espíritu a los seglares y a los religiosos. Porque el tercer punto del Movimiento es éste. Si un sacerdote quiere vivir los tres puntos de este Movimiento y tiene contacto con las almas, debe llevar las almas a María. Nada de preocuparse de hacer nuevas asociaciones. Dejar las que ya existen. Si acaso vivificar las establecidas. Pero que tengan espíritu viviendo estos tres puntos que os he dicho. Y entonces, ¿porque no tratar de que se relacionen y se encuentren entre ellas mismas, como se hace en Italia?.
Se escoge el Primer Sábado del mes, se fija una hora, que allí es a las tres y media. Vienen los fieles. En Milán el acto se hace en una de las Iglesias más grandes. Así en Florencia, y en otras ciudades. A las tres, la Iglesia está medio llena de gente que se está confesando. A las tres y media, el comienzo del Rosario, (una tercera parte). Se hace una pequeña meditación, no muy larga, de cada misterio. Concelebró con los sacerdotes asistentes dispuestos. En la homilía explicó los puntos que son de interés para los fieles que están contenidos en su consagración. Y, al llegar la Comunión los sacerdotes y fieles renuevan su consagración.
Lo que llama la atención es el número de estos fieles. La Iglesia se llena; no hay sitio. Y hay muchos hombres. Y muchos jóvenes, y entre éstos aumentan las vocaciones sacerdotales. Son jóvenes procedentes del mundo del trabajo, del de los estudios, de la Universidad, y que quieren llegar a ser sacerdotes. Es una cosa verdaderamente estupenda.
Y esto, por todas partes.
Se volvió a centrar otra vez la atención sobre el nuevo Papa cuando se le preguntó sobre el futuro de este pontificado. Nos dijo:
El será una gran luz. Veo como un designio de la Virgen. Extrañamente cuanto más la Iglesia avance en la crisis, porque la confusión aumenta, tanto más la Virgen hará que brille una gran luz en el vértice de la Iglesia, en el Papa.
Pensad en la luz de Pablo VI. Pensad en la brevísima luz del Papa Juan Pablo I, y pensar en la luz que ya demuestra ser este Papa.
Por eso digo que la Virgen tiene un gran designio: En el momento en que se acentuará más que esta crisis y se difundirá más esta apostasía, brillará cada vez más con mayor luz el Papa, luz de la Verdad, que defenderá con valor, de esta manera si uno quiere, se orientará, se salvará en la fe, libre del error.
Ya hoy, si uno quiere salvarse en la fe, tiene que orientarse hacia esa luz. Os ofrezco un ejemplo. De hoy. Hace unos días el Consejo Pastoral de Holanda ha suscrito un manifiesto que pedía la abolición del celibato. Pero el Papa, hablando el día 9 a todos los sacerdotes de Roma, les ha reclamado la obligación del celibato sacerdotal: Donde más se difunda la oscuridad y confusión, allí brillará la Luz.
Presiento también que el deberá vivir los momentos conclusivos. No sé, sin embargo, si vera todavía el triunfo; eso no lo se.
Nueva insistencia: “Todos estamos convencidos que la Virgen ha jugado un papel importante en la historia de la salvación en todos los tiempos y en todos los momentos. ¿Cree usted que la solución de esta crisis que se nos ha presentado ha de venir a través de la consagración de la Virgen?”.
Respuesta:
¡Claro!. Porque la Virgen Santísima es ella misma quien nos lo ha pedido. Pensad en Rusia. Si se hubiera convertido, no hubiera difundido sus errores; tendríamos un mundo nuevo ya, (porque, en este mundo, el comunismo ha de desaparecer de la faz de la tierra). Ella la hubiera convertido, si se subiera consagrado a su Corazón Inmaculado.
Pensar en la magnitud del efecto. ¡La conversión de Rusia!, y la aparente pequeñez de la petición: ¡Consagrarse a su Corazón!.
Podéis ciertamente intuir que la Virgen hará salir a la Iglesia de esta crisis precisamente a través del regalo de su Corazón Inmaculado en el cual nos quieren acoger a todos. He aquí porque pide que todos nos consagremos a él.
En suma: Hoy vosotros sabéis que la Virgen de Fátima a pedido esto. Y, naturalmente, que sería necesario profundizar en el contenido y significado de la Consagración al Corazón Inmaculado. Por qué, queridos reverendos, no se trata solamente de hacerla, sino de vivirla, y, viviéndola, Ella nos da plena posibilidad de plasmarla en la vida y de dejarla trabajar plenamente en nosotros, guiados por la Luz de la fe de María.
Una pregunta curiosa: no sabemos, (yo concretamente no se), dijo un sacerdote, Si D. Gobbi es sacerdote secular o religioso.
Contestó: pertenezco a un Instituto Secular en vías de extinción. Fue el primero nacido en la Iglesia como, cuando no había ni remota idea de los Institutos Seculares, fundado por el cardenal Ferrari poco antes de su muerte. Recogió a algunos jóvenes empeñados en el apostolado, chicas, muchachos, sacerdotes…. Se consagraban y vivían en un mismo lugar, suscitando, en aquel entonces, el escándalo general. Fue un instinto pionero; una experiencia de las que abren nuevos caminos.